Agradecemos a Netflix por esta entrevista a Ricardo Darín
Contanos de Juan Salvo y de cuál es su rol en esta historia, en esta serie, y cómo lo describirías.
Describiría el personaje de Juan Salvo como un hombre “común”. Una vez más, envuelto en una circunstancia extraordinaria, con un grupo de personas, amigos, familiares que se ven sorprendidos, en el comienzo de esta historia, por algo absolutamente inédito. En Buenos Aires, aparece una nieve en pleno verano que, según cuenta esta historia, si te toca, te mata en el acto.
Quedan aislados porque no hay ni electricidad, ni gas, ni agua corriente, ni teléfonos, razón por la cual tardan en darse cuenta de este horror, pero se ven en la necesidad de salir a averiguar qué es lo que está pasando y a ver si esto le está ocurriendo a otras personas, en algunos otros lugares.
Para eso deciden elegir a uno del grupo y construir un traje que sea lo suficientemente funcional como para evitar el contacto con la nieve. Lo logran metiendo mano a lo que tienen a su alcance, que son cosas muy improvisadas, pero finalmente este personaje, Juan Salvo, que es el elegido por el grupo para salir a la intemperie, va a tratar de encontrarse con la realidad de qué es lo que está ocurriendo.
Esta es una historia que habla de muchas cosas al mismo tiempo, pero creo que fundamentalmente habla no solo de la solidaridad, sino de la falta de solidaridad, de la tolerancia, de la paciencia, del instinto de supervivencia. La historia elige distinguir, creo yo, algo que va un poco a contramano de lo que ocurre lamentable y tristemente en los últimos tiempos, o que a lo mejor es inherente a la especie humana, que es el individualismo. Esta errónea idea de que uno se puede salvar solo olvidando a los demás.
Eso hace que esta historia esté apoyada básicamente en la construcción de un nuevo ideal que es el héroe colectivo. Ese es el slogan de nuestra historia, es decir, el héroe grupal, el que es capaz de ponerse por delante de un grupo de personas para que todos puedan superar esta situación anormal.
¿Cómo fue para vos, como Ricardo, interpretar a un personaje tan icónico en la cultura argentina, como lo es Juan Salvo?
El desafío de interpretar un personaje de estas características, por fuera de que es un personaje icónico de la literatura, de la historia argentina, y más allá de las dificultades que pueda presentar como rol, tiene cosas a favor y cosas en contra.
El desafío es dar la talla en lo que propone esta nueva versión, en lo que exige, pide y reclama su director, que es Bruno Stagnaro quien, además, es guionista de esta historia y autor se podría decir de la versión.
¿Cómo fue construir en conjunto el personaje de Juan Salvo, con Bruno?
El proceso de construir el personaje fue posible gracias a la generosidad, apertura y permeabilidad de Bruno Stagnaro, que desde un principio me invitó a atravesar las exigencias del personaje con mi propia personalidad. Tuve la suerte de contar con esa libertad, algo que no es muy frecuente para los actores. Eso habla de una actitud muy destacable de su parte: abrir el juego, convocarme e invitarme a ser parte no sólo de la construcción del personaje, sino también del desarrollo de algunas escenas y diálogos.
Así que el trabajo fue para mí un ejemplo, un desafío y una oportunidad imperdible de estar codo a codo con un gran realizador y un tipo muy inteligente, muy enfocado en este caso y un gran escritor. Tiene eso que hay que tener para demostrar la sensibilidad, sobre todo humana, de personajes dentro de una historia de ciencia ficción. Y esto es lo loco, para mí una de las cosas más destacables de El Eternauta es precisamente eso. No estamos acostumbrados en nuestro país a hacer ciencia ficción, mucho menos de esta envergadura. Algo distintivos es que es una historia de ciencia ficción, pero muy argentina, y eso creo que es algo destacable.
¿Cómo fue ponerse la máscara, el traje, de El Eternauta, esa primera vez que te lo probaste?
Acostumbrarse a las exigencias iniciales, por lo menos de los primeros tres o cuatro capítulos del personaje, de esta cosa de estar cubierto de capas, distintas capas para proteger al personaje de la amenaza de la nieve tóxica, y su máscara y demás; fue la verdad que bastante traumático se puede decir, aunque hay cosas mucho más traumáticas, pero fue difícil.
Usamos una máscara inicial que es una réplica de una máscara muy antigua, que se encontró y que nos gustó a todos por su diseño, pero tenía una gran dificultad que es que tiene tres filtros, uno frontal y dos laterales. Entonces, como el término lo indica, impedía que entrara el oxígeno que yo necesitaba para vivir. Entonces decidimos cambiar eso y sacarle los filtros, y dejar la parte externa para que pareciera original, pero igualmente el déficit de oxígeno dentro de la máscara hacía que fuera realmente muy difícil.
A la hora de encontrarme con la gente de sonido, me maravilló y me sorprendió que el jefe del equipo me dijera que le encantaba el sonido de la voz dentro de la máscara: que era realmente un sonido como irreal, distorsionado precisamente por esa falta de oxígeno. Y entonces hubo muy pocas cosas para tener que hacer en doblaje. Eso realmente me sorprendió porque yo hice prácticamente tres o cuatro capítulos de El Eternauta con la máscara puesta, y todo el tiempo pensaba “Ay Dios mío, la cantidad de cosas que voy a tener que doblar después”, o sea, todos los textos que eran muchos y largos, pensaba que los iba a tener que doblar. Y no, porque al equipo de sonido le gustó cómo sonaba así, y espero que hayan estado acertados.
¿Qué significa para vos ser parte de esta historia tan emblemática?
Estoy ansioso por saber, por un lado, qué es lo que le va a parecer esta nueva versión a todos los que son fanáticos de esta historia, de El Eternauta. Me encantaría imaginar que no se van a sentir traicionados.
Por otro lado, está la gente que está alejada de la historia y que no la conoce, que se va a enterar o que va a tener acceso a ella por primera vez si tiene la voluntad, las ganas y la oportunidad de ver nuestra serie. Creo que en ese caso, sobre todo para la gente joven, para los más chicos, para las nuevas generaciones, creo que es un lindo posible ejemplo de solidaridad, de trabajo conjunto, de la importancia que tiene el trabajar codo a codo para intentar superar obstáculos entre todos y no solo uno.
La historia, como se imaginarán, es de ciencia ficción, pero es hiper dramática. Tiene situaciones realmente muy bravas, muy tensas y muy fuertes. Pero creo que, en el trabajo de todo el equipo, lo que va a dejar traslucir en el fondo es precisamente eso: el esfuerzo de grupos de personas, que no se conocían previamente y que se ven obligadas a unificar esfuerzos para encarar una situación absolutamente enloquecedora, como lo es no poder salir a la calle porque hay una nieve tóxica que si te toca, te mata en el acto.
¿Por qué creés que la historia sigue siendo tan relevante hoy en día?
Creo que vuelvo a algo que dije anteriormente y que estábamos conversando, que tiene que ver con esta cosa del individualismo. Hay una idea errada de que si vos cuidás tu quinta estás protegido, y la verdad es que tristemente la realidad nos fue demostrando que no alcanza. No basta con eso.
¿Cómo definirías el trabajo de producción de El Eternauta, que es un despliegue que no solemos ver en Argentina ni en Latinoamérica?
El desafío encarado por todos los productores de El Eternauta, desde la plataforma hasta K&S y los productores ejecutivos que estuvieron a cargo de esto, fue fenomenal, un desafío realmente muy grande. Es cierto que no hay mucho historial en nuestro país de ciencia ficción hecha, mucho menos a este nivel.
En realidad, todos los departamentos que intervinieron en la construcción de este proyecto lo han hecho con mucha entereza, con mucha dignidad y valentía. No, no quiero exagerar. Soy un poco exagerado, pero creo que todo eso se va a notar.
¿Y para vos cómo fue trabajar como actor en el género de ciencia ficción?
No he hecho ciencia ficción. Es apasionante en muchos sentidos. Es una dinámica y una metodología de trabajo totalmente distinta a la que yo estaba acostumbrado.
Trabajar con la altísima tecnología con la que se trabajó en este caso es apasionante por un lado, y merece un aprendizaje por otro; no se resuelve en una jornada. Hay que adaptarse a eso, hay que entender cuáles son las coordenadas, y tratar de rendir en la parte que a vos te toca de la mejor manera.
Es un desafío grande hacer ciencia ficción. Siempre estuvimos muy atentos a lo que proviene del país del norte o de algunos otros especialistas en Europa. Los que han hecho cosas grandiosas también son algunos países asiáticos. Cosas que nos sorprenden, que nos arrollan, que nos desbordan porque decimos “¿cómo se hizo esto?”. Hoy entiendo un poco más.
Nunca fui muy cercano a la posibilidad de subirme a una de estas historias, pero esta fue una experiencia realmente colosal en la que creo que todos aprendimos mucho y eso es algo para valorar. Creo que la mayoría de los integrantes de los equipos de El Eternauta ingresamos en esta historia un poco permeables y expectantes de ver cómo hacíamos para encarar todo esto, y estoy convencido de que salimos todos fortalecidos y con un gran aprendizaje.
¿Alguna escena que ha sido la más compleja de filmar? ¿Algo que te haya sorprendido en ese sentido, a nivel técnico?
Probablemente la escena de la muralla de la General Paz sea de las más complicadas que hicimos, porque se sumaban muchos obstáculos en una misma escena. El trabajo que se hizo desde la Dirección de Arte, específicamente, y el trabajo que se hizo desde todos los departamentos que tenían que intervenir en eso fue increíble. Yo todavía no salgo del asombro que me produjo llegar al set, que era ese galpón gigantesco en el Polo industrial de Ezeiza. Cuando llegué y vi lo que habían construido con autos, unos encima de otros, un colectivo atravesado, todo esto con la “fábrica” como le digo yo, de nieve y demás, no lo pude creer.
Creo que esa fue la primera gran sorpresa, el primer gran cachetazo de realidad de producción que recibimos todos cuando estuvimos parados frente a esa muralla, que se supone que los extraterrestres habían construido para bloquearnos en realidad.
¿Qué diferencia a esta historia de otras historias de ciencia ficción que hayas visto?
Esta tiene para mí dos características fundamentales. No sé si la coloca ni por encima ni por debajo de ninguna otra. Tampoco pretendo eso. Pero lo que tiene como distintivo, primero, es que es muy argentina. Y no, no es que estoy inflando el pecho para decir es argentina, no estoy hablando del Mundial; estoy hablando de su entramado y su textura, y no sólo sus personajes sino lo que ocurre entre ellos y la relación que hay entre ellos, que realmente está muy supeditada a la idiosincrasia argentina, o tal vez, así es como yo la entiendo.
Y después que es una superproducción. Se nota por todos lados. Esa era la idea. No sé qué vendrá después de esto. Ojalá tengamos otras parecidas o de similar envergadura, porque eso sería muy bueno para todos, para todos los integrantes de la comunidad audiovisual argentina.
Y para cerrar. ¿Cómo describirías a El Eternauta con una sola palabra?
Un idealista. Un valiente. Muy valiente. Un ejemplo.
¿Y de la serie?
La serie, más allá de todo lo que yo dije, creo que va a tener una buena recepción. Que va a generar conmoción. Y cuando digo conmoción, me hago cargo de que a veces la conmoción no necesariamente tiene que ir para un solo lado. Puede dispararse para distintos lugares. Yo si puedo aportar algo para definirlo y quedarme contento con eso, te diría que estoy orgulloso de haber formado parte.
Agradecemos a la prensa de Netflix Argentina
Recordamos el Saludo de Ricardo Darín para Toque Invisible
Muchas gracias Ricardo!